Era diciembre de 2010, una mañana más que seguía sumergiendo al país en una importante crisis financiera. Laia, como cada día, se preparaba para empezar la jornada con su programa de radio preferido de fondo. Cada mañana el presentador lanzaba una pregunta al aire para que los oyentes pudieran conectar y compartir vivencias. Y ese día, aquella pregunta, lo dio la vuelta todo. "Qué dejará de hacer esta Navidad por razones de la crisis", apuntaba el presentador. Llegaron llamadas de muchos oyentes que explicaban que habían perdido el trabajo y que no podrían realizar ninguna celebración, y otros que explicaban que todavía tenían trabajo, pero que vivían con la incertidumbre de no saber hasta cuándo, tampoco harían fiestas ni regalos. Los testigos que sonaban en la radio eran una clara fotografía de la realidad que se estaba viviendo en nuestro país. Y de repente, llamó a una mujer. Su realidad era muy distinta. Explicó que afortunadamente a ella las cosas le iban bien, que su pareja y ella se ganaban bien la vida y que si alguna de las personas que habían llamado esa mañana no tenía plan en Nochebuena sería bienvenida a su casa. Incluso apuntó que si alguien tenía niños, les esperaría con un regalo por cada uno de ellos. Esta llamada añadió perspectiva a la fotografía anterior.
"Me di cuenta de que había mucha gente de mi entorno más cercano (escuchaban el mismo programa de radio que yo y, por tanto, se interesaban por la cultura, la economía, la política...) que lo estaba pasando realmente mal, pero que también había otros que afortunadamente tenían una buena situación económica y que querían implicarse, pero no sabían cómo hacerlo", explica Laia. Ésta fue la primera semilla de lo que ahora es la Fundación BarcelonActua.
Un año después, en diciembre de 2011, la Fundación BarcelonActua nacía con el objetivo de ponerlo fácil a todas las personas que quieren implicarse socialmente y no saben cómo, desde la firme convicción de que todas somos potencialmente vulnerables, que todas tenemos alguna carencia y todas tenemos algo que aportar, desde una horizontalidad y sin ser salvadoras de nadie. BAC nacía con la clara intención de crear una comunidad local de personas que a través de su implicación en la acción social pudieran tener una experiencia enriquecedora y conectarse con otras realidades a las que todas podemos sumar.