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“Justo hoy, mi hermana me ha enviado un mensaje para decirme que ha sacado la nota de corte que necesita para poder estudiar medicina en la universidad”, explica Ahmed, sonriendo con la mirada. Su hermana será la primera de la familia en ir a la universidad y él no puede estar más orgulloso.

Ahmed tuvo que dejar de estudiar antes de acabar el instituto para trabajar y poder ofrecer apoyo económico a la familia. “Yo quería estudiar, pero si no tienes a nadie que te apoye, no puedes. Ahora mi hermana me tiene a mí”, relata Ahmed con satisfacción.

Explica que cuando llegó a Barcelona, tenía muy claro que quería estudiar para encontrar un buen trabajo y cumplir su sueño de construir una casa para su familia. Y como primer paso para ello, empezó a asistir a las clases de castellano de la Fundación BarcelonActua. “Empecé justo cuando la Fundación acababa de abrir su primera casa de acogida y como, a los pocos meses, me echaban del centro en el que vivía por edad y me quedaba en situación de calle, me ofrecieron una plaza en la BACstation”.

Reconoce que aunque al principio le daba un poco de miedo entrar en una casa nueva con gente que no conocía, encontró un gran círculo de apoyo. “Mis compañeros en la casa y los voluntarios que conocí en las diferentes actividades se han convertido en mi familia aquí en Barcelona”, afirma. A la vez, remarca que su profesora de refuerzo, Adela, se acabó convirtiendo en su referente, en su mayor apoyo emocional, y fue ella quien propició el contrato laboral que le ha permitido regular su situación administrativa. “Me ha acompañado en todo momento”.

“El día que tuve mis papeles, llamé a mi madre y me dijo que ojalá ahora pueda ir a visitarla”, explica Ahmed, a la vez que admite que si no fuera por el trabajo, hubiese comprado un billete ese mismo día. “Ahora todo va bien, lo único que necesito es volver a ver a mi familia y así también despedirme de mi hermana antes de que se vaya a la universidad”, explica con una sonrisa dias antes de irse de visita a Marruecos.

Con la regularización administrativa, un trabajo fijo y una habitación, Ahmed se despide de sus compañeros, sus educadoras y de la que ha sido su casa durante 2 años. “Para mí, la BACstation es una estación. Una parada en el camino en la que puedes estudiar y aprender cosas que ni te imaginas, mientras nos acompañan en nuestro proceso de regularización administrativa”, explica Ahmed. “Yo ya he llegado a mi destino, por eso me voy. Pero espero que el proyecto siga adelante, acompañando a mucha gente. Que nunca pare”, asiente con firmeza.

Ahmed