"Segundo de bachillerato fue un año muy duro", confiesa Ion. La ansiedad eclipsó, en muchos momentos, el curso académico, y aunque tenía claro que quería ir a la universidad, sabía que sus padres ya estaban haciendo un gran esfuerzo económico para costearle un acompañamiento psicológico. No quería ponerles más presión. "Me dijeron que harían todo lo posible, pero para que no tuvieran que buscarse la vida, empecé a buscar becas", explica.
"La responsable del programa Becas U-BAC vino a mi instituto a presentarnos el programa", relata Ion mientras admite que antes de escuchar la presentación pensaba que, como el resto de becas que había visto, sería una más donde él se convertiría en un número y no en una persona con todas sus complejidades. "Pero vi que era una beca que iba más allá, que acompañaba a personas en diferentes niveles, y a la que podía presentar mi situación personal y explicar quién era yo", expone.
Ion decidió presentarse, y después de enviar toda la documentación, junto con una carta de motivación, él y sus padres acudieron a la entrevista previa a la selección final. "Intentaron conocerme más allá de los papeles y los números y entenderme como persona", recuerda con una sonrisa mientras destaca que incluso le preguntaron por sus hobbies, lo que le pareció muy divertido y distintivo.
"Salí contento, aunque no estaba seguro si me darían la beca", admite. Pocos días después, recibió la llamada de la responsable del programa. "Empezó a explicarme la reunión con el jurado, y mientras hablaba me dio la sensación de que no me habían concedido la beca", explica Ion, y reconoce que cuando le dijo que sí, que en septiembre sería un nuevo alumno U-BAC, no se lo podía creer.
"También me dijo que podría tener un mentor, y allí tuve claro que les importaba de verdad y que querían que estuviera lo mejor posible y disfrutara realmente de la época universitaria", admite Ion mientras recuerda la primera reunión con Marcos, su mentor, quien le transmitió mucha confianza y seguridad. "Siempre me pregunta, se preocupa, y me apoya para que no dude de mí mismo", remarca Ion.
"Para mí, una persona a la que le cuestan los grandes cambios, esta beca ha sido una oportunidad para ir a la universidad y sentirme respaldado, protegido y escuchado", admite mientras recalca que no tenía a nadie a su alrededor que hubiera ido y pudiera compartir la experiencia con él. "Ahora estoy muy contento de tener acompañamiento y de formar parte de un grupo de personas tan geniales".