El voluntariado corporativo como herramienta de sensibilización
"Hará ya un año y medio que soy voluntaria en BarcelonActua", explica Lorena haciendo memoria de cómo conoció la Fundación. En la empresa donde trabaja, anualmente, a todos los trabajadores les ofrecen la oportunidad de participar en diferentes actividades de voluntariado corporativo de la mano de ONGs y Fundaciones locales. Y son los propios trabajadores quienes presentan a concurso diferentes opciones de voluntariado, que si salen ganadoras, son las que se publican en el portal de voluntariado de la empresa para que todos los miembros del equipo puedan participar.
Cuando Lorena decidió apuntarse a un voluntariado corporativo, Juan Carlos, voluntario experto de BarcelonActua en la digitalización de sistemas y procesos, ya había presentado a concurso a la Fundación. Así, Lorena encontró la opción de ir como voluntaria a cocinar en la casa de acogida BACstation Vallcarca, un espacio temporal de acogida para jóvenes migrados, solos, sin referentes familiares y en situación de sinhogarismo.
"Cocinamos cous cous con los jóvenes de la casa y acabamos bailando y cantando juntos", recuerda al mismo tiempo que admite que pensó que la actividad estaba muy bien dinamizada y que las personas voluntarias tenían un rol claro, lo que le facilitó disfrutar de la experiencia. "Cuando volví a ver publicado otro voluntariado corporativo con BarcelonActua, esta vez para ir a las cenas tertulia del Raval, me apunté, y desde entonces he ido cada semana", admite con una sonrisa reconociendo que cuando conoció el proyecto le encajó totalmente y le permitió descubrir una realidad de su ciudad que no conocía de tan cerca.
Con anterioridad, Lorena había hecho de voluntaria en un comedor social, pero "era mayor y mucho menos personal", explica. Las cenas y almuerzos tertulia del Raval tienen el objetivo de servir una comida pero al mismo tiempo compartir, escuchar y generar espacios con dinámicas relacionales sanas para fortalecer los vínculos horizontales entre los invitados y las personas voluntarias. "Aquí encontré un espacio donde hablar con las personas que vienen a cenar, y si hay alguna forma de acompañar, es así, creando vínculos", describe Lorena.
Con el tiempo no sólo se ha convertido en una voluntaria fundamental de las cenas, sino que también es referente de dos invitados de las cenas. "De forma natural empecé a apoyarlos con temas administrativos, y poco a poco los he ido acompañando", narra y confiesa con una sonrisa que incluso han ido a comer con su madre. Admite, también, que siendo muy frustrante ver cómo la falta de un techo es un gran impedimento para avanzar en cualquier aspecto, siente que de algún modo está aportando un granito de arena a su ciudad.
El voluntariado corporativo acercó a Lorena a vivencias que no conocía y ahora ella tiene claro que estas oportunidades "son una manera de acercarse a las realidades de nuestra ciudad, descubrir actividades que nos pueden gustar y al mismo tiempo una muy buena manera de conocer mejor a la gente con la que trabajas y hacer team building". Por eso, este año, Lorena decidió volver a presentar a concurso a la Fundación BarcelonActua para que otros de sus compañeros y compañeras pudieran participar como personas voluntarias. "Nunca se sabe, de repente conectas y puede llegar a ser algo muy valioso para todas las partes implicadas", confiesa.